WASHINGTON, Estados Unidos.- Un día después de la incautación de un tanquero con bandera panameña que, según Washington, traficaba “crudo sancionado” dentro de una “flota fantasma”, Estados Unidos interceptó un tercer buque petrolero cerca de Venezuela. El estado del buque era anoche desconocido y no estaba claro si llevaba crudo venezolano, confirmó un funcionario estadounidense citado por la cadena CNN.
La operación refuerza la presión de la administración de Donald Trump sobre el gobierno de Nicolás Maduro y profundiza un bloqueo de facto sobre el comercio energético venezolano. Es el tercer petrolero intervenido en pocos días, en el marco de una ofensiva que combina sanciones económicas, interdicciones marítimas y un mensaje político explícito hacia Caracas y sus aliados.
El Pentágono y la Guardia Costera refirieron todas las preguntas sobre la operación a la Casa Blanca, que hasta anoche no había corroborado los reportes sobre la acción.
Maduro, volvió ayer a calificar como “piratería de corsarios” la confiscación de petroleros por parte de Estados Unidos. En un mensaje en su canal de Telegram, Maduro no se refirió expresamente a las dos confiscaciones efectuadas durante el fin de semana, pero sí dijo que su país “tiene 25 semanas denunciando, enfrentando y derrotando una campaña de agresión que va desde el terrorismo psicológico hasta los corsarios que han asaltado petroleros”.
Aseguró que están preparados para acelerar “la marcha de la revolución profunda”, en alusión al proyecto político del chavismo.
El sábado, fuerzas estadounidenses habían detenido otro buque frente a la costa de Venezuela por segunda vez en menos de dos semanas, parte de la campaña de Trump de aumentar la presión sobre Maduro.
Mensaje oficial
La primera confirmación oficial de la incautación del sábado fue por parte de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que tuiteó: “Antes del amanecer de esta mañana del 20 de diciembre, la Guardia Costera de Estados Unidos, con el apoyo del Departamento de Guerra, detuvo a un petrolero que estuvo atracado por última vez en Venezuela”. Y, agregó: “Estados Unidos continuará persiguiendo el tráfico ilícito de petróleo sancionado que se utiliza para financiar el narcoterrorismo en la región”.
Trump dice que no descarta una guerra con VenezuelaEl secretario de Guerra, Pete Hegseth, recordó que “el presidente Trump ha sido claro: el bloqueo a los petroleros sancionados que parten de Venezuela o se dirigen a ese país seguirá en plena vigencia hasta que la empresa criminal de Maduro devuelva todos los activos estadounidenses robados”.
Según el diario estadounidense “The New York Times”, uno de los buques interceptados es el Centuries, de bandera panameña, que habría zarpado de Venezuela rumbo a Asia. Fuentes del sector petrolero venezolano indicaron que la carga pertenecería a una empresa con sede en China, principal destino del crudo venezolano. El medio señaló que el barco no figuraba inicialmente en la lista de petroleros sancionados por el Departamento del Tesoro, aunque la Casa Blanca aseguró luego que sí estaba incluido.
Bloomberg identificó otro de los buques intervenidos como el Bella 1, también con bandera panameña y sancionado desde 2024 por la Oficina de Control de Activos Extranjeros, por presuntos vínculos con Irán y el transporte ilícito de petróleo. Construido en 2002, el buque pertenece a la empresa Louis Marine Shipholding Enterprises.
Estados Unidos incautó otro buque petrolero ligado a exportaciones de crudo venezolanoEl canciller de Venezuela anunció el sábado que Irán ofreció su cooperación para enfrentar lo que calificó como “actos de piratería” y “terrorismo internacional” por parte del gobierno de Estados Unidos. El canciller Yvan Gil dijo que habló por teléfono con su homólogo iraní, Abbas Araghchi, para revisar relaciones bilaterales y discutir “los recientes acontecimientos en el Caribe, especialmente las amenazas” y el “robo de barcos cargados con petróleo venezolano”.
Gil dijo que Teherán expresó su “plena solidaridad” con Venezuela y ofreció cooperación “en todas las áreas” para enfrentar las acciones estadounidenses, que según él violan el derecho internacional.